Al parecer al principio de la Revolucion Cubana hubo un caricaturista que satirizó la costumbre de FCR de hablar durante horas. La caricatura en cuestion era un vendedor de periodicos que pregonaba la noticia de que FCR se habia estado callado durante una hora. Como no podia ser menos FCR, en su siguiente alocucion, aprovechó aquello para lanzar una de sus catilinarias con aquel tipo de preguntas retoricas que tanto le gustaban. Segun quien me lo contó, FCR habia comenzado a preguntar cosas tales como porque no dicen que cuando hablo se construye una escuela, por que no dicen que cuando hablo se hace esto o se hace lo otro. Pueden imaginarse el resto. Del caricaturista ni idea. Bueno, durante mi infancia y adolescencia ya FCR habia pasado de hablar el equivalente de una jornada de trabajo a hablar el equivalente de una pelicula rusa de guerra. En la casa quien mas lo veia era mi abuela Cristina que la pobre se consolaba afirmando frente al televisor que FCR si era un estadista. Nuestro televisor era blanco y negro. Algunos vecinos tenian el orgullo de decir que el suyo era de color. En efecto, le pintaban a la pantalla tiras de colores con pintura acrilica. O sea, la gorra de FCR podia aparecer en amarillo, la nariz y los ojos en rojo, la barba (camino de encanecer) en naranja y los grados, sobre los hombros, en azul. Recuerdo tambien que FCR tenia especial aficion a demorarse arreglando los microfonos a los que propinaba ligeros toquecitos. Hasta que no estaban perfectos no empezaba el teque. Era meticuloso. La camara de television (en la epoca que recuerdo) enfocaba bastante de cerca y de perfil. Uno de esos dias en que estaba consumiendo mi droga televisiva en compañia de mi abuela "vi" de pronto sus orejas. Se movian! Francamente no tengo ninguna explicacion ni recuerdo a otra persona a la que haya visto haciendo semejante cosa. Movia las orejas y era notable. No puedo precisar si era un movimiento horizontal o vertical. Lo que si puedo jurar es que se movian. Recuerdo que miré a mi abuela y ella seguia con aquel gesto de complacencia que tenian o teniamos todos los que en aquella epoca creiamos en lo que FCR llamaba la RRRevolucion. No dejé de creer en la RRRevolucion aquel dia ni al siguiente pero si me golpeó en ese instante la certeza de que aquel hombre, nuestro lider, el comandante al que le roncaban los cojones (segun una cancioncilla de la epoca) tenia algo en él que no era normal. Quiero decir, aparte de los miticos cojones roncadores.